La historia del juego nos sitúa en el castillo de Black Mirror en Willow Creek y sus zonas colindantes, por lo que los jugadores del primer título reconocerán algunas de las más de sesenta localizaciones distintas que podremos encontrar a lo largo de la aventura. La historia, además, está directamente relacionada con el final de la segunda parte.

El juego presenta un apartado técnico bastante bueno, con unos escenarios prerenderizados de una calidad altísima, y personajes recreados en tres dimensiones. El doblaje, bastante acertado también, ayudará a meternos aún más dentro de la intrigante aventura.

Black Mirror III es una buena aventura gráfica que resulta imprescindible para los aficionados de la saga, y que te atrapará incluso si nunca jugaste a los dos primeros.